Blogia
20-ABRIL

Todo lo que quedó

Todo lo que quedó

Hoy, desde hace muchísimo tiempo, no has sido tú quien interrumpió mi sueño.

Pensaba que mi sufrimiento por ti era único, pensaba que en este mundo eras la única persona capaz de hacerme daño y seguir adelante como si nada hubiese pasado. Es evidente que me equivocaba. No sólo el amor me puede dañar; la amistad también lo hace y ¡de qué manera!

No me era desconocido el modo de comportarse de otras personas, aunque, nunca las comparé con tu sufrimiento. Hoy sé que sí, en pocos días tanto la amistad como el amor me han hecho sufrir. Y repito...  ¡de qué manera!

La culpa no existe, sólo es un duende que usamos a fin de salvarnos o castigarnos. De nada te ha servido arrepentirte de un pasado. Claro que, en un arrebato romántico, afirmaste que eras culpable. Sí, culpable de no haber sabido encajar lo que nunca ajustó, de haber amado como no deberías haberlo hecho. Y, si de culparse se trata, ahí también me culpo yo. Amé como nunca debí hacerlo, pequé de ingenuidad ante tus palabras, amé con toda el alma. Mea culpa.

La sentencia dice que los dos somos culpables, sí, pero ten en cuenta que el tribunal fuimos nosotros y, a pesar de ser dura... no la vamos a recurrir.

0 comentarios